miércoles, 27 de febrero de 2013

Tentáculos naturales.

Encontrar la belleza requiere a menudo pararse a encontrar el punto de vista preciso. Lo contrario puede de resultas deformar la realidad o en su defecto, hacerla más precisa y por tanto menos cotidiana. Aprender a digerirla así, diferente, es un bonito ejercicio, porque esta ahí... siempre.


domingo, 24 de febrero de 2013

La espiritualidad.

Ajena al imprevisto de un edificio puesto en el lugar preciso, acaba convirtiendo la remisa conciencia de las piedras antiguas, entregadas ahora que nadie las observa, que nadie las protege, que dependen ya solo de su propia costura, envejecer con tino... y sapiencia.


miércoles, 20 de febrero de 2013

Arena en los pies.

Pasa cuando ya no estás, te entretiene cuando no lo ves. No es que sea esquivo, diríase a su aire y eso es importante, conservar la intimidad necesaria para ser, el talento imprescindible para sobrevivir al escenario compartido, la tranquila magia de un silencio sin alas, la curiosidad contenida por defecto, la sensibilidad para pisar sin daño... y come igual.


domingo, 10 de febrero de 2013

jueves, 7 de febrero de 2013

Charla en la nube.




- Ya te digo yo que no son buenos tiempos.
- Ya veo ya.
- No vas a ver desde aquí arriba.
- Es el día que parece despejado.
- ¿Lo encapotamos?.
- ¿Nosotras?, solo les falta ahí abajo, ya tienen bastante con ellos mismos.
- A ver, ¿somos o no somos nubes?.
- Si, pero no de tormenta.
- No vamos a discutir por eso.
- Discutir no... y encapotar tampoco.
- Que poca afán.
- Ninguno, menos con este viento.
- ¿Nos vamos?.
- Volandoooo...


miércoles, 6 de febrero de 2013

Caminos imposibles.

Esa ola baja recorría al fin la cumbre y se alejaba después de acariciarse con las ramas desnudas del invierno, tiñendo su paso de gotas húmedas y negando aún al sol su capacidad de iluminar el agua.
Y aparecía tras ella la estela de un camino, caminos imposibles, pero caminos al fin... tan necesarios.


martes, 5 de febrero de 2013

Tiempos de carnaval.

Nunca mejor dicho.
Lo real parece irreal, lo irreal puede llegar a serlo, real como la vida misma, tan cierto como su disfraz.


sábado, 2 de febrero de 2013

Ahora hiede.

Yo ya sabía, pasaba por aquí a menudo y los veía circular cargados con sus bolsas de aquí para allá. Sonrientes, relajados, sin ningún titubeo, nada de que arrepentirse. Daño a la vista si hacía oiga, pero que quiere que le diga, la costumbre es ingrata a veces.
Pero ahora es peor sabe, ahora además huele... y mucho, siguen paseando como si nada, parece que en su infinita sabiduría un gran Dios les hubiese privado de su glándula pituitaria, pero a los demás no, nosotros no solo vemos y oímos ademas olemos y huelen mal, como a refrito que ya va por la décima vez, no se si me entiende, así no se puede oiga, no se puede. Habrá que cruzar e irse al otro lado, no son nubes de tormenta, ni siquiera de lluvia, pero con este ambiente se cargan, le digo yo que se cargan... y descargan, al tiempo.