jueves, 29 de diciembre de 2011

Maneras de despedir el año.

Despedir el año contemplando como se pone el sol sobre el mar desde la Costa Brava, resulta inusual, solo ocurre sobre estas fechas.
Sed felices.

martes, 27 de diciembre de 2011

Del año que dejamos atrás.

Uno crece, con los pasos que da. Atraviesa su propia existencia, encaramándose a saltos sobre los ecos de su reflejo y aprendiendo a través de los espejos, a veces para no olvidar, aunque el deseo sea otro. Escarbando en la arena de la playa con la esperanza de encontrar un trozo de cristal que te permita atravesar los espacios vacíos que quedaron atrás y siguen contigo. No es olvidar, es conseguir comparecer con ellos asumidos y sin carga, feliz de haberlos vivido... y continuar, sembrando de nuevo, recogiendo de nuevo, cosecha tras cosecha de cada nuevo año. ¿Que te voy a contar ahora?.
Seguramente os seguiré encontrando en mi camino, cada vez mas tenues, mas imprecisos... o no. ¿Quien sabe?. Pero estabais ahí y seguiréis estando, de eso estoy seguro.
Así que seguiré sembrando por el puro placer de hacerlo, que es mi forma de seguir amando, mi manera de recordar que estabais aquí... y seguiréis estando. Mi alforja cargada de buenos momentos, que habrá que seguir llenando... mi risa y mi caricia...y la vuestra.
Un brindis al cielo, que es uno de los lugares donde miro a veces para contaros... mis cosas, un brindis de nubes. Por el nuevo año.

sábado, 24 de diciembre de 2011

viernes, 23 de diciembre de 2011

jueves, 22 de diciembre de 2011

Tu arrullo.

Envuelto en tu equipaje camino, por donde siempre quise... y me dejo arrullar por tu presencia. Es eso y mi capacidad de verte, siempre, allá al final... y detenerme... y volver a mirarte. Es sencillo volver a emprender la marcha, y seguirte de nuevo, como otra nueva vez... inacabable, inabordable... cercana. Es eso... y es mas... claro.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

La llave III.

Debería estar descansando tranquilamente en un hostal, pero el pueblo mas cercano esta  veinte kilómetros a mi espalda, ni siquiera dejé allí el coche. Cuando comenzó este viaje tenía claro que caminaría, era la única manera de serle fiel a este extraño mapa que me poseía. Así que aquí estoy, buscando algún lugar donde pasar la noche, perdido en medio de esta tierra húmeda y arisca. Se que no estoy lejos de la civilización, en realidad estoy bastante cerca. Pero por aquí la susodicha parece haber desaparecido. Ya me lo advirtió Sergi, esta cerca, pero parece un laberinto.
Sergi es un tipo tranquilo obsesionado con sus libros. Su trabajo a tiempo parcial en un supermercado de barrio no le reporta grandes beneficios, pero a cambio, dispone de tiempo para leer obsesivamente. Creo que no le importa el tema. Lo mismo da literatura, ciencia, historia, cuentos cortos, poesía.... siempre que sean letras sobre papel, el papel es importante. Disfruta mas leyendo la carta de un restaurante que con la comida posterior... y no exagero.
Últimamente sin embargo andaba distraído con libros medievales, leyendas, mujeres de agua me dijo... es más, creía firmemente haber tenido un encuentro con una de ellas en una de sus salidas lunáticas... de lunes. Los lunes los usa para airear su biblioteca, o su mente según se mire. Me lo contaba en voz baja, como si algo o alguien pudiera oírlo en ese cuarto en permanente penumbra donde pasaba la mayor parte del día, fue entonces cuando me presento su última adquisición, lo sostenía entre las manos con gesto temeroso y lo abrió directamente con ese mismo tono entre el respeto y la admiración que guardaba para sus mas preciados ejemplares... lo abrió decía... hacia la mitad y pude contemplar por primera vez, el mapa que ahora me guiaba, o me perdía.
Levante la mirada, me llamo la atención una edificación que parecía entreverse a pesar de la niebla. Da igual pensé, cuatro paredes para un buen sueño, espero. No intuía nada mejor, así que dirigí mis pasos hacia ella.

martes, 20 de diciembre de 2011

Tiempo de cambios.

El adiós de la estación efímera... es bueno quizá no olvidarlo.

domingo, 18 de diciembre de 2011

La llave II - el camino -.

Me advirtieron que el camino sería largo, pero no contaron nada sobre esta espesa niebla que empezaba  a enraizarse peligrosamente en mi cerebro, apretaba la llave entre mis manos como si fuera capaz de darme calor, mientras seguía atravesando campos sembrados con la duda de llegar alguna vez a ver el sol.
Tenía la seguridad inconsciente; hay una cerradura para ti, una puerta capaz de abrirme al conocimiento, capaz de llevarme mas allá de estas tierras grises y bellas. Arrastraba mis pies embarrados con ese convencimiento, un paso tras otro, una mirada nueva a ese mapa laberíntico sobre el que había una cruz, un destino que parecía no escrito... quería aprender a leerlo, me sentía capaz a pesar de mis piernas entumecidas por el frio. Pero por hoy era bastante, será mejor encontrar refugio.

viernes, 16 de diciembre de 2011

jueves, 15 de diciembre de 2011

Pisando fuerte.

Llegan en tropel, pisando fuerte. Se detienen un momento para oler el entorno astutamente y decididos, empiezan a calar como una lluvia fina, poco a poco sin pausas añadidas, barriendo con la escoba del mal gusto la cultura, no exista queja. Restableciendo normas absurdas, empujando la miseria mas abajo y escondiéndola, no por vergüenza, si acaso por decoro. Abriendo de par en par las puertas a  chisteras ansiosas de negocio ajeno.
Llegan en tropel, pisando fuerte, mientras te vas quedando sin voz y sin aliento... y aquí están. ¿Y ahora que?.
¿Nos podrá el hastío?, ¿nos ganara la indiferencia?, no creo, aunque tampoco espero.
Como una lluvia fina caen a pelo las primeras noticias, sobre periódicos desdibujados vamos descubriendo el viejo mundo nuevo. 
Llegan... y llegan en tropel, pisando fuerte.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Coqueteo.

Ayer soñaba que ella, eclipsada todavía, se acercaba... y me contaba.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Sigue tu intuición.

Como si de un sentido mas se tratara. Déjate llevar por tus instintos, para dejar atrás las ruinas, las suyas,  las tuyas, las de otros. No es huida, ni siquiera supervivencia. Es deseo, piel, aventura, instinto e intuición.

lunes, 5 de diciembre de 2011

La foto que no pudo ser.

Se entreveía el final de ese túnel de niebla, pero llego casi sin quererlo, de un golpe la luz estaba ahí y a la derecha un desdibujado mar de nubes en la hondonada. Al mirar por el retrovisor un grupo de nubes coloreadas nos llamo la atención.. y si, ahí estaba, el sol apunto de ponerse tras una balsa de niebla. Busca un lugar donde parar, un pequeño cortante nos acompañaba, por fin un hueco... solo unos minutos. Bajamos con prisa, miramos a un lado y a otro buscado un recorte entre la maleza que nos diera perspectiva, por fin... un enorme cable atravesaba el encuadre... imposible, no hay mas. Disparos sin trípode y a disfrutar con la mirada de ese momento mágico, un instante... y la luz se apaga.

domingo, 4 de diciembre de 2011

La anciana Europa II.- Junta de vecinos-.

La portería, amplia y decadente, dejaba ya ver los desconchones propios de la edad  y el abandono. Tenía un ascensor  que se movía cual antiguo tranvía en el cambio de vías. Daba miedo. Si subías a pie, la cosa mejoraba. Cuatro plantas y un ático que al llegar a él, recordaba que al fin no estabas en un mal barrio.
No hace tanto, un portero te recibía en la entrada tras un mostrador ahora vacío y con algo de polvo. Bien temprano dos mujeres se encargaban de dar brillo a la escalera todos los días. Y a punto estuvieron tras una reunión, de colocar mármoles en la entrada y cambiar el ascensor que ya empezaba a lucir edad, a pesar del señorío. Pero un vecino...
- Lo siento, pero ahora no puedo afrontar el gasto, la empresa no va bien y  el banco me lo está mirando, pero a mi me parece que me están dando largas. Tendremos que esperar un poco.
Los vecinos se miraron sorprendidos y algunos aliviados, para la mayoría el gasto era excesivo, sin saber bien como, casi todos habían visto reducidos sus ingresos últimamente, pero callaban pensando que sería momentáneo y estaban dispuestos ha pagar el arreglo.
El señor del ático permanecía callado atusándose un bigote antiguo en un gesto que provocaba entre todos una risa silenciosa. Se dispuso ha hablar.
- En la finca de al lado conozco un prestamista, es posible que tenga una solución al problema que no resulte en exceso onerosa... déjenme que hable con el.
Quedaron en volverse a reunir.
Pasaban los días sin que nadie terciara para la consabida junta, sin embargo de puertas adentro se observaba cierta mejora en algunos de los pisos. Pequeñas obras, puertas nuevas, cambio de alfombras, un baño nuevo. Al final llego la fecha de la obligada junta trimestral y hacía las nueve fueron acercándose a la entrada de la finca los vecinos entre charlas amistosas.
El vecino del tercero que ejercía de presidente tomo la palabra brevemente, saludo y cedió enseguida el turno al señor del ático.
- Como les deje dicho, hable con mi amigo de la finca vecina a fin de buscar una solución a nuestro común problema. La respuesta siento decir fue negativa, pues según me explicó, había estado recibiendo la visita de algunos de ustedes en petición de crédito, a lo cual había accedido cortésmente, - algunas toses-. El hecho en si, es que dada la deuda de ustedes para con él y sabiendo entonces de sus particulares problemas, no podía arriesgarse a  prestarle mas a la finca en su conjunto. En todo caso si sus economías han mejorado y lo permiten, podríamos entrar en materia de lo que acontece.
El del segundo tomo entonces la palabra.
-  La verdad es que quería aprovechar para comunicarles que he puesto el piso a la venta, aunque el de la agencia no me prometió nada rápido, dice que los pisos han bajado mucho. En fin, en todo caso, comprenderán que ahora no pueda. Ademas tengo que devolver el préstamo, por cierto, su amigo pide unos intereses bastante generosos.- Murmullo general -.
- No es exactamente un amigo, compartimos negocios desde hace tiempo. En todo caso, comprenderán que deberíamos tomar una decisión, no podemos seguir con ese ascensor, es peligroso. 
El del tercero parece tener una idea.
- Usted parece ser el único que no pasa por problemas económicos, podría adelantar el dinero para la obra y darnos un tiempo para devolverlo.
- Si bien es cierto que no paso apuros, no puedo permitirme ese dispendio, mi familia no lo entendería. Saben de sus problemas y lo encontrarían arriesgado.... pero. Déjenme que me reúna de nuevo con el prestamista, conocemos unos inversores que puede que estén interesados.
- De acuerdo,- tercio el presidente -, nos reunimos entonces la semana que viene.
- Muy bien, aunque no les prometo nada, mi amigo tendrá también que consultarlo.
Paso la semana entre cuchicheos vecinales puerta a puerta. Las estrecheces empanzaban a causar algún estrago. El del primero había alquilado una habitación y los demás estaban pensándoselo. Llego la hora de otra reunión mas, de nuevo tomo la palabra el presidente para cederla sin preámbulos al señor del ático.
- El señor de al lado y yo mismo, hemos llegado a un acuerdo. La idea es ceder sus deudas a terceros, estos terceros se comprometen ademas a financiar el arreglo del ascensor... naturalmente tendrán ustedes que avalar y claro... disculpen, el interés subirá un poco, comprendan ustedes el riesgo.
Se dejo oír un murmullo de leve indignación. Tercio de nuevo el del ático atusándose un bigote que ya no provocaba risas.
- Entiendan ustedes, que con sus deudas, de no aceptar este acuerdo pueden perderlo todo. Mi interés es ayudarlos y así conservar este edificio que guarda tantas historias.
- ¿Y cuando no podamos pagar?.
- Ustedes intenten mejorar su economía y no se preocupen. Siempre se puede negociar. Estoy convencido.
Pasado un tiempo. El señor del ático se mudo al edificio de su amigo, el ascensor ya no funcionaba y no era cuestión...Tampoco crean que le fue mucho mejor que al resto, imaginen...

sábado, 3 de diciembre de 2011

Cerca... lejos.

Escurridizo, el paisaje entre la niebla. Cerca, cuando lejos no hay nada.

jueves, 1 de diciembre de 2011

La estrella que cayó en un charco.

Es difícil conversar con una estrella, a lo mas, nuestra mirada se posa en ellas con admiración hacia su lejana y sutil luminiscencia. No platicamos con ellas, les contamos, les pedimos deseos, pero sin obtener respuesta en el vocabulario tradicional.
Yo encontré una estrella en un charco, tras la sorpresa, me acuclille para acercarme mas. Sabía que apenas estaría por allí unos minutos, parecía cómoda, disfrutando de un baño de agua embarrada. Me miro extrañada.
-¿Que haces por aquí?. Es tarde para ti.
- No lo se. Creo que te estaba buscando, pero no esperaba encontrarte tan cerca.
- ¿Y eso?.
- Me gusta atrapar instantes. Y por la noche, mas aún si tu formas parte de ellos.
- Aquí me tienes, pero date prisa, mi baño se esta moviendo y perderás mi reflejo.
- ¿Tu reflejo?.
- Acaso creías.... Pero no te preocupes, por fortuna, hay cosas que nunca entenderás.
- ¿Puedo preguntarte?.
- Claro. Mientras no me pidas un deseo.
- ¿Que ves desde allá arriba?.
- Indecisión, ignorancia, arrogancia, estupidez y ... Mucha belleza, todavía se ve un planeta azul... azul todavía. Y mas, mucho mas, pero no creo...
Se me ocurrieron mil preguntas, pero antes de pronunciar una sola palabra, desapareció. Bueno, no, en realidad seguía allá arriba. Incluso en un destello me pareció intuir una sonrisa, un guiño travieso.
Regrese a casa con un regalo. La imagen de la estrella que cayó en un charco.