Vendrán tiempos mejores, seguro, aunque tu ya no los veas. Viviste lo tuyo, no hay mas que verte, el olor a pescado se filtra todavía por tus raídas maderas mal pintadas, señal de abandono. Surcaste cada noche el mar que te acogía, le fuiste fiel a él, que tiene mil novias esperando cada albada su ración de pescado. Te veo descansada en tu aparente ruina, sin ansias ya de salir de nuevo. La tranquilidad del puerto y este sol que brilla hoy acariciándote la nuca parecen dibujarte una sonrisa. Seguro que tienes mil historias que contar, mil consejos que darme... no te preocupes, no tengo prisa... me siento aquí a escucharte.
Muchas experiencias se acumulan en esas maderas.
ResponderEliminar