No hay pisadas que seguir, no hay camino y sin embargo es allí donde quieres llegar. Es bueno saberlo, el resto es imaginación, se puede traspasar ese tapiz sin tocarlo, parece suave. O un rodeo hasta encontrar las trazas de un sendero antiguo, todo parece estar inventado en este lugar y a su pesar, seguir mirando con ojos nuevos, intentar descubrir el tobogán en el laberinto, la esquina en el circulo, el horizonte en la pared.
Besos si, rojos, sobre tapiz en verde.
Precioso el lugar y las letras. Buen dia para descubrir tu blog, pasaré, con tu permiso, de vez en cuando. Saludos cordiales.
ResponderEliminarAnna
Muchísimas gracias Anna y bienvenida.
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