Mostrando entradas con la etiqueta conversaciones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta conversaciones. Mostrar todas las entradas

viernes, 15 de marzo de 2019

Con ritmo.

- Te vas?
- Jamas.
- Y eso?.
- No puedo.
- Ah, ya, estas pegado.
- Has tardado un poco en darte cuenta.
- No, que va, es que no salió el tema
- Pues ya ves
- Ver tampoco veo mucho. pero pesas un rato
- Al final voy a quedarme, necesito un poco de silencio.
- Si es solo eso
- Solo
- Vale entonces.


jueves, 7 de febrero de 2013

Charla en la nube.




- Ya te digo yo que no son buenos tiempos.
- Ya veo ya.
- No vas a ver desde aquí arriba.
- Es el día que parece despejado.
- ¿Lo encapotamos?.
- ¿Nosotras?, solo les falta ahí abajo, ya tienen bastante con ellos mismos.
- A ver, ¿somos o no somos nubes?.
- Si, pero no de tormenta.
- No vamos a discutir por eso.
- Discutir no... y encapotar tampoco.
- Que poca afán.
- Ninguno, menos con este viento.
- ¿Nos vamos?.
- Volandoooo...


martes, 15 de enero de 2013

¿Caco de gaviotas?.

- ¿Que mira ese de hay abajo?.
- A nosotras, es que somos muchas.
- Si bajamos todas a la vez le damos un buen susto.
- No te líes, solo tira fotos.
- ¿Fotos?.
- Si, son como espejos de hace un rato... o un momento, o hace un año.
- ¿ Te aclaras?.
- Lo que quiero decir... es que si te miras ya ha pasado, pero estas ahí.
- No entiendo.
- El dispara, pero tu ya estas en otro lado, o de otra manera, en nuestro caso más lejos, o más cerca... depende.
- Que ventaja tiene.
- Se queda ahí, lo que él vio, se queda para siempre en el espejo.
- Es un ladrón de instantes.
- Tampoco te pongas filósofa.
- Pues un caco de gaviotas.
- A saber, lo mismo está mirando las banderas.
- ¿No sera eso?. Estando aquí nosotras... gráciles aves.
- Tu si que necesitas un espejo...ja, no te has visto bien.
- ¿Para que?. Yo con volar.
- Verdad.


jueves, 13 de diciembre de 2012

Ríos de luz.

- Se hace tarde y ando aquí meditando sobre el mundo y otras cosas.
- ¿Todas grandes?.
- Todas.
- Pues te vas a perder en un marasmo de ingratitud grandilocuente.
- Que te dio para hablar tan retorcido.
- Es por rellenar. Como andas con cosas grandes temo aburrirme.
- Si quieres te hablo de la hipoteca.
- Eso ademas de grande, que no grandilocuente, es inacabable.
- ¿Quien soy yo, para discutir del mundo?.
- Un pedazo.
- Entonces puedo.
- Poder como poder se puede, que no quita que aburra, estas en tu derecho.
- Sera el escenario.
- No te creas, es de luz artificial.
- Me centro.
- Depende.
- Yo vine aquí para ver estrellas.
- Esta nublado, ya sabías...
- Pues me senté a mirar las luces y me puse a pensar en eso.
- En el mundo.
- Claro.
- No veo la interacción.
- Estas retorcido, yo tampoco... ¿Y que?.
- Nada, nada. Solo... que cosas pequeñas, pasito a pasito.
- ¿Has visto?, parecen ríos de luz.
- Lo dejo, hoy va a ser imposible.
- Adiós.
- Ni leches.




martes, 4 de diciembre de 2012

Espíritus sin alimento.

- El optimismo anda desaparecido, no hay más que mirar alrededor para darse cuenta, tiene razones serias para esconderse, nada tribales e injustificables se mire por la esquina que quiera observarse.
Hay que seguir claro, continuar escarbando en el lodo para encontrar respuestas, las que nos dan hoy carecen de sensibilidad y de certezas, sonrojan las mentiras indemnes por ahora...
- Te noto cejijunto y como enmorrado, de morros vamos.
- Ya, ya te entiendo, pero tu has visto.
- Que si, que si. Te sobran las razones.
- A capazos, ¿Y que?. Cargado de razón aún peso más.
- Y te hundes claro.
- Tu veras, con tanto peso.
- No estas de humor.
- No.
- No flotas.
- No.
- Y no se te ocurra ir al medico, que con el tiempo que llevas en paro aún te toca pagar.
- ¿Animando?.
- No, si es que va a ser que llevas razón.
- No me ayudas.
- Hoy no puedo, no me sale un chiste, me salen churros.
- Si se comen.
- Estos no alimentan ni el espíritu.
- Pues hasta ese anda pasando hambre.
- ¿Miramos el paisaje?.
- Lo miramos.
- "...".



jueves, 29 de noviembre de 2012

Sonríe por favor.

- Me duele el cuello.
- Sera que no llevas corbata.
- Es de cuerda, pero corbata al fin.
- Entonces la llevas mal puesta, demasiado alta.
- Pues la sensación es la misma. Me siento como...
- No lo digas, no lo digas. ¿Quieres herir mi sensibilidad?.
- No quisiera. Es que la mía está bajo mínimos.
- Te entiendo. No sientes las piernas, ¿verdad?.
- Verdad, pero todavía pienso.
- Eso si es grave, andate con tiento, vuelve a estar mal visto.
- No creo que me dure mucho.
- ¿Falta de oxigeno?.
- Que va, si no respiro hace rato.
-¿Entonces?.
- Una porra. Quieren darme con ella.
- Te cuelgan, te dan una paliza. ¿Eres lo que queda de un manifestante?.
- No te entiendo.
- Mejor... Mira, no te preocupes, tienes la cabeza llena de caramelos.
- ¿Es grave?.
- Es dulce.
- Sera bueno.
-Pues claro. Sonríe.


domingo, 11 de noviembre de 2012

Gato por liebre.


- ¿Pero donde vas?
- Mejor me voy de aquí.
- Si aquí se vive bien, tienes de todo, comida, mimos, la gata del vecino...
- Déjate, déjate. Las apariencias engañan.
- Que apariencias ni que niño muerto. Pues si te has levantado bien hoy.
- Con la pata izquierda, nunca mejor dicho. Las dos para ser exactos.
- Si no leyeras tanto.
- Que dices de leer, si no se, que soy un gato y tu también.
- No, si ya me había enterado.
- Pues no lo parece.
- ¿...?
- La comida, ya no hay pienso, las sobras y cada día más paupérrimas.
- Pero comparten, se preocupan por ti.
- Me conservan, que no es lo mismo.
- Estas cargado de leches.
- He visto saltar tres gatos desde los tejados en la última semana.
- Es lo que hacemos.
- Si, siempre que no nos aten y nos den una patada. Es de muy mal caer.
- Yo eso no lo he visto.
- No te fijas. ¿Has visto a Telémaco últimamente?.
- No, con ese nombre andará de gatas.
- O de cocido, te digo yo.
- Ya estás con lo de gato por conejo.
- Por liebre, malos tiempos.
- No sera tanto.
- Mira por si acaso yo me voy al bosque, ya habrá tiempo de volver.
- Deja, deja, te acompaño... por si acaso.


domingo, 21 de octubre de 2012

Guau.

- Guau ¿Que?.
- Ese de ahí, nos esta haciendo fotos.
- Cuidado, que aún saldrás en las revistas.
- A lo mejor es de alguna publicación canina.
- ¿Tu te has visto?. Déjalo, es un pobre humano, se nos parecen tanto.
- Tu si que no te has mirado bien. ¿En que nos parecemos?, aparte de ladrar cuando nos molestan.
- Alma de mi vida, que poco mundo tienes.
- Cuidado, que habló el can viajero.
- Gruñón. Míralos bien, beben en botella cosas diferentes, pero lo harían igual en un cacharro como el nuestro y serían felices. Comen como gourmets, pero si tienen hambre se tragarían nuestras galletas sin dudarlo... no por gula, ni por hambre, por probarlo.
- Sabiondo. Ellos van en coche... y viajan.
- ¿Cuantas veces te ha llevado el Mariano en bicicleta?. Es viajar, conoces sitios que no has visto antes.
- Cuidan de sus cachorros hasta los cuarenta si hace falta.
- Y así les va, en eso aún ganamos. Yo cuando los hecho de casa ya no los conozco.
- Y el dinero.
- Ahí también ganamos. ¿Tu lo necesitas?.
- Pues no, la verdad... mientras el Mariano me siga llenando el buche...Uhnmm. Aunque la verdad esa vecina nueva, tengo que hacerle una visita.
- Lo ves, eres clavadito a ellos.
- Puede ser, pero yo no soy de raza.
- Ni ellos, están más mezclados que el calimocho.
- ¿Eso es sano?.
- Pues claro.
- ¿Y la política?.
- Ahí tienes razón, eso es cosa de ellos.
- ¿Y el arte?.
- Dame un pincel y te cuento.
- !Guau¡.
- Que no ladres. Ves, ya lo has asustado.
- Que poco aguante. Ahora que nos tenía distraídos. Me voy con el Mariano, me estará echando de menos.
- Ve con Dios.
- Que con Dios ni leches, con el Mariano he dicho.
- Gruñón.
- Sabiondo.
- Inculto.
- Profeta.
- Va a ser verdad.


lunes, 1 de octubre de 2012

Octubre, para empezar.

- ¿Que es lo que ves?.
- Unas zapatillas colgando.
- No, no, se han ido, solas. Han vuelto mojadas hasta los huesos... míralas.
- Ya las veo ya. ¿Estás bien?, las zapatillas no se van si alguien no las acompaña.
- Nosotras si.
- Tampoco hablan.
- Nosotras si.
- Queréis callaros... Si, si que hablan.
- Hablan y se marchan solas, esto no puede ser, se tiene que acabar.
- Pues úsanos. Llevamos en el armario tres meses largos, ya esta bien.
- Pero vosotras habéis oído hablar del verano, del sol a todas horas, de los turistas ocupando playas y montañas.
- Pues por eso, vimos que llovía y salimos, cosa que tu.
- Yo os estaba buscando por lo mismo y vosotras fuera.
- Estamos en octubre, ya nos podías llevar a dar una vuelta, ¿no?.
- Y el cambio climático. Paco ayúdame, diles algo.
- Siii... El cambio climático, el deshielo, la sequía, el turismo activo.
- No te pases.
- No si es que a mi, explicárselo a unas zapatillas, me cuesta.
- Bueno que, vamos a salir o nos quedamos aquí colgadas.
- ¿ Estáis secas?.
- Pues claro, todo el día colgando de la puerta.
- Bueno, vamos. ¿Tu vienes Paco?.
- ¿Yo?... Mejor me quedo.
- Los zapatos de Paco -.
- Pero que dices, nosotros vamos, un poco de barro no nos irá mal, tanto asfalto.





lunes, 17 de septiembre de 2012

Entre tu y yo.

- ¿Nos vamos?.
- ¿A donde?.
- Me da igual, cogemos el camino y ya veremos.
- Tu estas mal, precisamente hoy que no se ve un pimiento.
- Ya aclarará.
- Que no, que aquí el sol no pasa ni a saludar.
- Pues por eso. Tengo ganas de conocerlo yo al sol ese tan presumido, todo el día iluminado.
- Te va a oír.
- ¿Tienes miedo?
- Respeto.
- ¿Respeto?. Pero tu has visto cuantos años tienes.
- Creo que él tiene mas.
- ¿Y que?. Nos vamos a quedar aquí pintiparados mientras la niebla nos exprime hasta las raíces.
- Aquí llevamos mucho tiempo.
- Habrá que cambiar, digo yo, no puede ser peor.
- ¿Y si nos perdemos?.
- Venga, que perdidos ya estamos, y de perdidos... al sol.
- Verás, yo ya caminaría ya, pero es que...
- ¿Es que?.
- Que soy un árbol.
- Tu veras, yo no me quedo aquí mas tiempo.
- Es que...
-¿Que?.
- Que tu también eres árbol.
- ¿Tendrá solución?.
- Crecer más rápido, mirar hacía arriba, pedirle ayuda al viento.
- ¿Entonces?.
- ¿Vamos?.
- Vamos.


domingo, 18 de marzo de 2012

¿Sinsentido?.

Mientras masticaba tranquilamente el bocata de mortadela que cada día le preparaba su nuera. Benigno se preguntaba si su nuevo amigo no sería realmente un extraterrestre del planeta Comoquiera, o si mas bien se  había escapado de algún manicomio cercano. Viéndolo devorar el césped tendía a inclinarse más por lo segundo, no cabía duda. Pero lo tenía distraído, hacia tiempo que nadie se sentaba un rato con él.
Cuando su marciano dijo que tenía hambre, quiso ofrecerle sin remilgos su monótono bocadillo, pero este lo rechazó dirigiendo sus pasos hacia el chalet mas próximo por fortuna deshabitado,  todavía en vísperas de semana santa. Salto la valla casi sin esfuerzo, como si lo de la gravedad no fuera con él y se acerco hasta la piscina rodeada de hierba húmeda y de un color verde inmaculado. Sentado sobre él poyete sobre el que nacía la valla, Benigno observaba a su amigo que cual moderno Atila, desforestaba sin piedad el jardín de la piscina, a su paso las calvas sobre el césped se extendían mas allá del horizonte, valga la licencia poética.
Un sonoro eructo lo saco de su ensimismamiento, el amigo se revolcaba feliz sobre la tierra resultante de su desaguisado, se incorporo sonriente y de nuevo de un salto se planto a su lado.
Por un momento Benigno se imagino a Bermudez, el dueño del chalet, aparcando su descapotable al borde de la piscina desforestada y no pudo por menos que sonreír.
- Por cierto, no me has dicho tu nombre.
- No tengo, ya te dije que la manía de apellidarlo todo era cosa vuestra. ¿Donde vamos?.
- Volvamos a la playa, hace solecito y se agradece, ahora salen las barcas a pescar.
- Y los peces. ¿Que dicen al respecto?.
- Los peces no hablan.
- Aquí todo el mundo habla.
- Pues esa hierba que te has comido parecía mas bien muda.
- Ahora no te entiendo.
- Sinsentido.
- ¿Que?.
- Te llamare Sinsentido, ya esta.
Se acercaron hasta el paseo y se sentaron a dejar pasar la tarde con el sol calentándoles la espalda mientras veían las barcas salir.


-

domingo, 22 de enero de 2012

De tiempos oscuros.

Los dos tenían una edad, de esas edades largas que se llevan el punto de vista hacia un lugar tranquilo. Compartían café a diario, era su forma de entender que aún seguían aquí. Vecinos de toda la vida, contra cualquier contratiempo, sin buscarlo, así era.
Curiosamente o no tanto. Uno de derechas de toda la vida, el otro un rojo.
- Se murio el gallego.
- Vaya, yo que pensaba que era inmortal.
- Ya sabía yo que te alegraría.
- ¿Alegrarme?. No jodas, a estas alturas lo mismo da. Uno menos, ¿y que?, si no se acabaran nunca.
- Mira que eres bestia, un poco de respeto.
- Si, el que tuvo el con los obreros de Vitoria, manda huevos.
- Pues lo han enterrado como Dios manda y mucha gente fue a despedirlo.
- A saber lo que Dios manda.
- Pues eso, un funeral casi de estado. Y de estado autonómico, je. ¿Tendrás queja?.
- ¿Quejarme yo?, ¿Para que?. Todavía vendrán los anti disturbios.
- Me parece percibir un toque de ironía.
- ¿Ironía?. Sería gracioso, pero no, no es eso. Es casi rabia.
- No sera tanto.
- Te acuerdas de Matilde.
- Ya estamos con las peras y las manzanas.
- Si te acuerdas.
- Claro. Sabes que no pude hacer nada. Ya no tiene remedio.
- Tu remedio es olvidarlo.
- No es eso, ¿de que sirve?.
- Le mataron al marido, mas tarde se la llevaron.. y quien sabe que paso, ni siquiera tu. Pero sabemos que esta ahí, enterrada en una curva del camino. Sus hijos siguen dejando flores. Y todavía hoy, no podemos darle sepultura como," Dios manda ". Y a ese sin embargo.
- Ese, fue uno de los padres de la constitución.
- Y así nos va, mientras no le encontremos a la madre.
- Que tendrá que ver.
- Todo... y para ti nada, claro.
- Hace ya mucho tiempo.
- Díselo a ella, a lo mejor lo entiende. Yo desde luego no.
- No tienes remedio.
- No lo tengo, pero moriré pronto. Y conmigo mi memoria, no parece que la tuya vaya a desaparecer.
- La mía se ha puesto al día.
- Ja... tiene gracia, para seguir jodiendo.
- Anda, acábate el café que ya es tarde.
- Demasiado tarde si, pero me lo acabo. ¿Sabes?. El mundo se esta ennegreciendo, venimos de tiempos oscuros que no supimos lavar a tiempo.
- ¿Y ahora?.
- Ahora no hay detergente que pueda con eso.
- Desde luego, ni tu ni yo.
-  Venga. A ti ya te esta bien.

viernes, 4 de noviembre de 2011

La tertulia disidente.

- Me aburro.
- ¿Te aburres?.
- Si claro, ¿no me has oído?.
- Oírte te oigo, entenderte ya es mas complicado.
- No te pido que me entiendas, me estas liando.
- Es solo para tirarte de la lengua. La monotonía tiene sus causas.
- Me aburre el entorno, no el que deseo, ni en el que habito. Si no el que nos rodea.
- Se mas explicito.
- Me aburre la economía, no solo la global e imprescindible según nos cuentan, también la mía, incapaz  de    hacerse participe de mis deseos mas mundanos.
- No todo va a ser dinero.
- No te equivoques, mi capital no me importa, si acaso la falta de el, como a tantos... pero no es eso.
- Tus razones tienes para que eso sea.
- Tenerlas las tengo, pero intento que no me ocupen. Y si me ocupan, mas que aburrirme me ahogan.
- ¿Entonces?.
- ¿Me pongo filosófico?.
- Si no hay mas remedio.
- Vivimos en un pan sin miga, no importa el contenido, solo la corteza. Todo parece importante y todo acaba careciendo de importancia. Somos como hormigas sin vecinos con los que comunicarse. Nada es parecido cuando todo es igual... Y sin embargo.
- Deletrea.
- He estado aquí mil veces, mil fotografías... todas diferentes... es curioso.
- ¿Otra cerveza?.

lunes, 15 de agosto de 2011

Charla de verano.

- Dicen que el trabajo es salud, y yo digo, maldita sea mi suerte.
- ¿Que te quejas trabajando en estos tiempos?.
- Que trabajar pa uno, no es salud, y un pequeño negocio no da pa vivir.
- Si estas muerto. ¿Porque cuentas?.
- No seas bruto.Vivo, para el estado, para los bancos, para comer con suerte. Y no enfermo, porque si lo hiciese no trabajaría, el acabose.
- Entonces es cierto, es salud, aquí la muestra.
- No me quejo, que quejarse es un vicio y cuando uno empieza ya no acaba.
- Haces bien, que mientras lloras no produces y tal como están los tiempos.
- Si yo te contara... en fin, no me des mas bola, me voy a dar un baño virtual, porque lo que es del otro... cachis.