domingo, 27 de febrero de 2011

Te veo venir.

Armado de tu propia piel, de tu impropia voluntad de ser algo mas que un triste fondo de postal, de tu olor a madera vieja, de tu rejuvenecida sabia. Te veo llegar como el ejercito que no eres, que no quieres ser. Estabas ahí antes y seguirás estando cuando todo haya pasado y la calma de la vida diaria se extienda de nuevo, que lo hará.
Ahora toca mover los espejos que parecían esclavos de la mirada, es tiempo de tu propio reflejo, es tiempo...

6 comentarios:

  1. Enhorabuena por el texto y por la imagen, Agustin.
    Esta fotografía, tiene un punto importante de pintura, me gusta mucho!!!

    ResponderEliminar
  2. Una imagen casi onirica... Un abrazo Agustin.

    ResponderEliminar
  3. Para mí es totalmente onírica. Un texto excelente con una imagen muy adecuada.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Estupenda entrada Agustín: esos abedules que parecen un grito de Munch..Y el texto, uf, escribes muy bien!

    ResponderEliminar
  5. Tus escritos son muy buenos y también me gustó mucho la foto. Una entrada totalmente poetica.
    Sill

    ResponderEliminar
  6. Fotógrafo, poeta, y mucho más, por consiguiente tres veces bueno. Aunque leí por algún lado que habías nacido tres veces, así cualquiera no. Bueno, sea por lo que sea eres un fenómeno.

    ResponderEliminar

Tu voz se agradece siempre.