Es una danza que dura mil años, ponle menos, solo un tiempo, da igual. Lo que impresiona es el proceso labrado minuto a minuto, esa capacidad de contonearse ante el viento como disimulando, o sin disimulo, esa resistencia perenne a ser atrapados, a dejar de ser, inmune a la derrota probable, descartada una victoria que no anhelan, que no buscan, que no sueñan. Su sueño es un sueño diario, sobre sobrevivir, o mejor vivir tan solo, no es mucho, suficiente.
Y sin embargo recios, curtidos en su aventura, necesarios absolutamente, en busca de un cielo incapaz... de darles una respuesta.
Diría que yo también trato de ser, contoneandome con el viento, en ocasiones huracán, tratando de mantener los pies en el suelo y que las raíces no queden al aire, aunque solo duraré un rato.
ResponderEliminarUn texto chapeau y una foto casi a la altura para acompañarlo
Recuerda que; recios, curtidos y necesarios.
EliminarEn comparación con los árboles digo.
EliminarAun oteo en lontananza
Su victoria sólo es ser lo suficientemente alto para que el sol les de vida.
ResponderEliminarExcelente texto y foto, como siempre.
Un saludo
Su victoria es seguir siendo necesarios, vivir... a veces el cielo no tiene respuestas.
EliminarEl cielo nunca ha tenido respuestas, tan solo preguntas interesadas para conducirte al auto engaño
ResponderEliminar