Pasa cuando ya no estás, te entretiene cuando no lo ves. No es que sea esquivo, diríase a su aire y eso es importante, conservar la intimidad necesaria para ser, el talento imprescindible para sobrevivir al escenario compartido, la tranquila magia de un silencio sin alas, la curiosidad contenida por defecto, la sensibilidad para pisar sin daño... y come igual.
Haciendo camino al andar
ResponderEliminarCaminos que se cruzan.
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