Esa ola baja recorría al fin la cumbre y se alejaba después de acariciarse con las ramas desnudas del invierno, tiñendo su paso de gotas húmedas y negando aún al sol su capacidad de iluminar el agua.
Y aparecía tras ella la estela de un camino, caminos imposibles, pero caminos al fin... tan necesarios.
Bonito paisaje invernal: se siente el frío.
ResponderEliminarUn saludo.
Hacía frío si, pero feliz.
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