Una tarde persiguiendo tormentas, creíamos que la calma había llegado, pero una nube negra en arco se formo delante de nosotros. Aceleramos intentando alcanzarla hasta llegar a ella, cruzarla con la sensación de pasar debajo de un puente inmenso. Calma tensa, unas gotas, luz al fondo, mas gotas... mas fuerte. El agua empezó a caer de golpe como un torrente, no se podía ver nada, o si. A nuestra derecha una bola amarilla, el sol se ponía.
Nosotros en medio de la invisibilidad y el astro luciendo sus mejores galas, no es broma. En medio de la oscuridad, al fondo, la gran bola se anaranjaba y lucía enorme. Un trueno.
-Te imaginas...
Buscábamos sin éxito un rincón donde parar el coche, no me dio tiempo a contestar.
De repente, un rayo absolutamente vertical cruzo de arriba abajo atravesando el sol. Nos miramos con cara de haber visto un sueño.
No pudo ser, la foto no pudo ser. Pero os juro que lo vimos. Es lo que tiene.
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