Es difícil ser piedra entre las piedras, intentar avanzar por el surco que deja la roca, escapar de esta granítica forma, es complicado.
Si es cierto, el viento te acaricia y el agua te refresca. Caes en la trampa y te dejas, solo quieren desgastarte, devorarte, convertirte poco a poco en arena fina fácil de arrastrar... y no, no es que quiera renunciar a ser piedra entre las piedras. Pero me gustaría remar hasta alcanzar la orilla, atravesar el surco que la roca deja y avanzar, mas allá de la enquistada, perversa, melancolía de la forma perenne.
Podéis remar hasta Cáseda el 9 de Julio para pasar unos días por allí sin el agobio del fin de semana.
ResponderEliminarLas piedras del Urederra sufren menos por estar protegidas por el hayedo de Urbasa.
No os lo penséis mucho, Luisa estará en Valencia toda la semana y yo me quedaré por allí, así que podéis elegir los días que os convengan