viernes, 21 de enero de 2011

Hostal...dulce hostal.

Yo no he dormido ahí, pero no puedo dejar de imaginarme cuantos lo hicieron, cuantos momentos, cuantas vivencias acompasadas por el sonido del mar, mas risas que otra cosa que es lo que se le supone a las vacaciones veraniegas, Y ahora, en invierno... tanto abandono, quizás merecido por su orgullosa cercanía al agua, hasta en su soledad parece sonreír por lo vivido, eso ya no hay quien me lo quite, parece decir. La ventana abierta como pidiendo una noche mas, una noche contigo, que mas da. Me giro y miro el mar vigilante. Si que da, ya no puede ser... tu tiempo se acabó.
Como un bolero mas, su ritmo se fue extinguiendo. Con la llegada del invierno, alguien lo vio desaparecer entre las olas, dispuestas al fin a robarle su existencia, que era de ellas. Pero el dejo su música, como un bolero mas.

3 comentarios:

  1. Si Señor, Agustin; que manera tan magnífica de evocar la soledad, mediante una imagen.

    ResponderEliminar
  2. Muy evocadora y nostálgica. Me encantan esos lugares y pueblos de costa durante el invierno, vacíos de turistas.

    ResponderEliminar
  3. En Lleida hay un hotel al que alguna vez he entrado a explorar y hacer algunas fotos, está cerrado desde mucho antes que yo llegase allí, el Hotel Jamaica. Esta foto me hizo recordar aquel hotel.
    Por cierto, ¿has ido a La Mussara a hacer alguna foto? Es un pueblito abandonado muy bonito, pero lamentablemente algunas construcciones ya están a punto de caerse (como el campanario de la vieja iglesia).
    Un saludo, y muy buen blog!

    ResponderEliminar

Tu voz se agradece siempre.