lunes, 31 de enero de 2011

Parar un momento.

Esa sensación que tienes, la semana no acaba ni empieza, solo continua. El cansancio se diluye en los huesos, aparcas la cabeza que mira desde su asiento y salta a enroscarse de nuevo temerosa de la aventura de parar. Te queda vestirte de optimista y compruebas aún así  no es suficiente.
Un segundo... la vida es lo bastante, el placer de gozarla a su manera y la tuya, el momento  es cada en cada momento, el paisaje recreado a tu alrededor, el instante preciso y volar. No es optimismo entonces, es el tiempo que ya no se escapa.
Ahora si... te sientas un instante y miras... y ves... y aprendes, de la vida corriente.

 Disfruta del paisaje.

2 comentarios:

  1. Me gusta mucho, Agustin.
    Dan ganas de estar en esta casa.
    La reflexión, también muy interesante.

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